CARTAS A BRETONIA
A su Majestad, de su humilde servidor, Lord Galawy, Señor de la Nueva Bretonia, n las tierras de Krakenfall:
Mi señor, llegamos a fuerte Torwood según lo previsto para encontrarnos una destartalada fortaleza en desuso. En estos momentos se reconstruyen las defensas con el trabajo de los campesinos traídos desde Bretonia.
Con mis caballeros, y acompañado de Lady Briene, la dama la de larga vida, avanzamos hacia la ciudad de Lys, con el fin de reclamar su posesión y recabar el trabajo de los campesinos que allí habitasen.
Pero nuestra sorpresa fue grande al llegar, pues nos encontramos con una aldea destartalada, a la que asolaba una plaga crónica.
Según nos informaron, una manada de hombres bestia vagaba a sus anchas por las tierras aledañas, con su campamento en algún lugar del Bosque Oscuro.
Con el fin de demostrar a los campesinos que Su Majestad y la dama, volvían a velar por ellos, deje a Lady Briene en la aldea, purificando los pozos y paliando la plaga, mientras que me busque con ahínco al ser llamado Kragnor, señor de la partida de los hombres bestia, por las tierras aledañas.
Tres días tardamos en encontrar a la bestia y entablar batalla. Los monstruos no pudieron hacer mucho contra nuestros valerosos caballeros, pero su número era grande, y contaban con el apoyo de varios minotauros, por lo que la victoria fue disputada, quedando en el camino algunos buenos guerreros de Bretonia, que ya no volverán a levantarse.
Galawy sello con cera la misiva y mientras se la entregaba a un mensajero junto a otra misiva reclamando la presencia de refuerzos a su portaestandarte, Galahad.
Una vez hubo partido el mensajero se volvió hacia el mapa desplegado frente a él y se dirigió a sus caballeros.
- Ya hemos consumido demasiado tiempo asegurando los aledaños de Torwood y Lys, debemos empezar con la búsqueda del Grial. ¿Alguna pista, mi señora? –
Lady Briene se acerca al mapa. – No tengo más que vagas leyendas de campesinos, mi señor, que hablan de un gran conocimiento entre las montañas de Svejil. – Dice señalando en primer lugar a unas montañas al sur-este de la nueva ciudad bretoniana. – Pero la dama me ha hablado esta noche, y me ha guiado hacia lo que los lugareños llaman los Dientes del Kraken. Además noto una gran concentración de fuerza mágica alrededor del más cercano, en la ciénaga del muerto. – Termina señalando al este de la posición que marca el campamento bretoniano.-
- En ese caso avanzaremos hacia los picos, pero antes pasaremos por la Cienaga del muerto. Será una marcha rápida, mis señores, sólo el equipo imprescindible para combatir. Pretendo estar de vuelta en cuatro días para encontrarnos con los refuerzos que me envié Galahad, en Lys. ¿Alguna pregunta?.- Galawy espera unos segundos mientras todos sus señores asienten en acuerdo con él. Llevan muchos años a su lado y confían en su decisión. – Bien, sea púes, partid. Saldremos tras el almuerzo. Sir Boltos, preparad a los Escudos de la Dama; serán la vanguardia y partiréis una hora antes que el resto.- El caballero gallardo asiente antes de abandonar la tienda tras el resto.
(movimientos y recaudación)
EVENTOS ALEATORIOS:
Los caballeros de Bretonia avanzan con dificultad por la ciénaga debido a sus pesadas armaduras, aunque la decisión de Sir Galawy de dejar los carromatos y enseres más pesados en Lys ha sido acertada; pués habrián relentizado aun más la marcha.
Un caballero proveniente de la retaguardia, avanza por la columna hasta llegar a la altura de Sir Galawy, parece agitado.
- Orcos, mi señor, me envía Sir Boltos para informarle. A media milla al norte y avanzando rápidamente hacia nosotros.- El joven caballero termina su mensaje y espera la respuesta de su señor.
- Muy bien, presentaremos batalla, avisar a Sir Cultor, en la retaguardia. – Terminadas las instrucciones, el lord se gira hacia Briene.- Mi señora, el campo de batalla no es lugar para vos. Quedaos aquí con los enseres.-
- No, mi señor, solicito de vuestra indulgencia para participar en esta lid; mis dones os serán de utilidad en la batalla.- Sir Galawy se detiene a considerarlo un momento. – Esta bien, mi señora, manteneros junto a mi.
BATALLA
Cuando Galawy llega al lugar elegido para el combate encuentra a su portaestandarte, Galahad, esperandole. El lord bretoniano observa el lugar elegido para la batalla y felicita mentalmente a Sir Cultor. Las fuerzas bretonianas, dos unidades de caballeros del reino se encuentran en una leve elevación flanqueando a la unidad de arqueros campesinos que se han unido a los bretonianos provinientes de Lys y alrededores.. Frente al ejercito bretoniano se extiende un claro con apenas algun arbol solitario hasta el lindero del bosque, un par de millas más haya.
- La tropas estan dispuestas, mi señor.- Le informa Galahad. - Los orcos alcanzarán el claro de un momento a otro.
Galawy asiente mientras se dirije a ocupar su puesto al mando de la unidad de caballeros más al Sur. Brienne se coloca frente al ejercito para dirijir los rezos a la dama. Los caballeros descablagan y se arrodillan en el suelo pidiendo la bendición en el combate venidero.
Mientras los caballeros terminan sus rezos la horda orca alcanza el llano. Galawy levanta la cabeza y cruza su mirada con un enorme orco negro que le devuelve una mirada de odio en sus pequeños ojos rojos.
Con un par de gruñidos a sus lugartenientes Kragg, hace que sus guerreros comiencen a desplegar. Se ha enfrentado antes a los caballeros con grandes armaduras y sabe de su velocidad y potencia a la carga. También sabe que sus orcos a pie jamas podran correr los suficiente como para ser ellos los que carguen.
Observa el terreno, y decide modificar alguna de sus ordenes.
- Pekeñajoz al frente; Strug conmigo; Raf al flanko de mi hacha.- Las ordenes salen de entre sus enormes colmillos y no espera a ver si se cumplen. Sus lugartenientes comienzan a gritar las ordenes. Uno de los orcos empieza a empujar a los goblins para que ocupen su puesto.
Kragg se coloca tras los goblins, los utilizará de escudo, aprovehchandose del fanático escondido en sus filas. UNa sonrisa cruza su boca, esta será una gran batalla.
Galawy no se deja engañar, sin duda el orco es feroz pero desde luego no es estupido. La colocación de sus tropas así lo indica. Termina de rezar y monta en su caballo, ayudado por Galahad.
Los orcos ya han comenzado a moverse hacia los pequeños grupos de arboles que se ecunetran a ambos lados de la explanada, estan buscando un obstaculo que les proteja de la segura carga de los bretonianos. Mientras tanto, las flechas goblin comienzan a caer sobre los campesinos, hiriendo a varios. Los arqueros, al ver las bajas, comienzan a huir desordenadamente, perdido ya su valor. Galawy maldice entre dientes pués sabe lo que se avecina.
Galahad, al ver caer a los campesinos, se lanza sobre los goblins, con la intención de hacerles pagar caro las vidas que acaban de sesgar. Galawy intenta rodear el flanco derecho orco, buscando la unidad del caudillo orco negro para poder apoyar la alocada carga de su portaestandarte.
Kragg sonrie cuando ve lanzarse a los bretonianos, esos caballeros le han subestimado y han caido en su trampa. Poco antes de alcanzar a los goblins, que disparan desesperados a los jinetes que se lanzan sobre ellos sin exito, una enorme bola metalica sale despedida de entre las filas de pekeñajoz, seguida de una enorme cadena y de un enloquecido goblin que chilla de placer.
Demasiado tarde Galahad se da cuenta de su error e intenta redirigir la carga pero los bretonianos ya estan lanzados al combate y son imparables, la bola del fanatico golpea brutalmente en Sir Cultor, campeon de la unidad, laplastandole la caja toracica y lanzandolo del caballo. El cuerpo inerme golpea la caballero que marchana tras el, haciendole trastabillar y caer.
La carga es desordenada pero aun así brutal. Los goblins salen despedidos en todas direcciones, son ensartados y pisoteados. Los pocos supervivientes huyen desordenadamente y son lacanzados por las fuerzas bretonianas y exterminados.
- ¡Ordena reorden!¡frente hacia el este!- Grita Galahad al musico que se encuentra a su lado. Los toques de trompeta detienen a los bretonianos y la unidad se recoloca mirando hacia su retaguardia. A pesar de la rápida recolocación, los guerreros de la dama no tienen tiempo más que de aguantar la carga de la unidad de orcos negros. Algunos pieles verdes quedan ensartados en las lanzas, pero son demasidos. Las enormes hachas orcas golpean en las bruñidas armaduras bretonianas hiriendo y rebotando.
- ¡Espadas!¡Espadas!- Ordena el portaestandarte al tiempo que desenvaina la suya y comienza a combatir.
El combate se estanca en un mano a mano. Un par de caballeros son derribados, heridos o muertos, nadie lo sabe. A cambio varios orcos negros resultan también heridos de gravedad y se retiran a las filas de retaguardia, pero los orcos han olido la sangre y no estan dispuestos a retirarse.
En el flnaco derecho Kragg no ha terminado de regocijarse por el exito de su trampa cuando escucha los cascos de lso caballos de Galawy cargando hacia sus hombres . Rapidamente gira a sus chicos pero no lo bastante rápido. Los bretonianos alcanzan a los orcos justo mientras estos giraban. El choque es brutal. La primera linea orca es ensartada y los bretonianos sólo son detenidos cuando los orcos cierran filas y sus lanzas se quiebran contra los toscos escudos.
Mientras tanto Lady Briene reza a la dama para que alguno de los caballeros bretonianos de Galahad sane sus heridas antes de lanzar un potente hechizo xontra el caudillo orca para debilitar su fuerza. Kragg nota una enorme presión en el craneo que le hace gruñir, sus brazos comienzan a perder fuerza y el hacha, antes liviana para el caudillo orco, resulta cada vez más y más pesada. Pero en ese momento el colgante de Kragg que encontro en el Diente del Kraken comienza a brillar y calentarse. Con una sacudida de su enorme cabeza el orco parece despejarse y recuperar su fuerza. Briene le mira sorprendido pero no tiene tiempo de volver a intentar lanzar el hechizo. Kragg toma aire para gritar:
-¡Waaaaaaaaaagh!- El rugido resuena por todo el campo de batalla alentando a los orcos, que se lanzan enloquecidos sobre los bretonianos. La situación parece desesperada.
Galawy se da cuantea de que se encuentran en un combate de desgaste para el que los orocs etan mucho mejor preparados. Evalua las bajas, catastroficas por ambos bandos y toma un decisión.
- ¡Ordena repliegue!- Le grita al musico de la undiad que llevandose el cornetin al los labios comienza a tocar unas notas rápidas.
Galahad levanta la cabeza al oir el toque y mira sorprendido a su señor. Las miradas se cruzan, pero un gesto de asentimiento del Lord hace comprender al postaestandarte de que es la mejor manera de salvaguardar a los hombre. El daño a los orcos esta hecho, e implicarse más en este combate les podría llevar al desastre. Con u ngesto la unidad de Galahad comienza a replegarse hacia la colina al tiempo que la de su señor.
Mientras se retiran, Lady Brienne reza a la dama para que les ayude, apareciendo de la nada un muro de fuego que detiene la persecución del caudillo orco negro.
Kragg gruñe para detener a sus hombres, pero el ansia de combate ha hecho presa de ellos y son necesarios algunos golpes con la parte plana de su hacha para hacerles entender quien es el jefe.
Cuando por fin lo consigue reorganiza a sus guerreros y observa a los bretonianos, que estan desplegados de neuvo en lo alto de la elevación. Kragg y el señor bretoniano se miran un segundo, evaluando, midiendo si merece la pena.
- Hacia el boske. Ahora.- Los orcos comienzan a retirarse con reticencia hacia atras hasta el lindero del bosque mientras los bretonianos les observan hasta que abandonan el campo de batalla.
(movimientos finales)
Con un tiron de las riendas Sir Galawy dio el alto a su caballo. Detras del señor bretoniano toda la columna hizo alto.
La distancia con los orcos era suficiente ahora como para no temer persecuciones de los pieles verdes. Además las bajas que le habián hecho haría que el caudillo orco se lo pensase dos veces antes de seguir a sus fuerzas, pero no estaba de más asegurarse poniendo tierra de por medio.
En la lejania, la construcción marcada en los mapas como Diente del Kraken, dominaba el horizonte con destellos dorados. Hasta los más reacios al sentir magíco notaban un desasosiego extraño a pesar de la distancia con el edificio.
- Debemos avanzar, mi señor.- la voz de Briene rompio el ensoñamiento de Galawy.- El destino de nuestr busqueda se encuentra enlazado con el Diente del Kraken, como ya os comente. Desde aqui puedo notar su fuerza, veo vientos magicos que salen de la estructura hacia el Sur y hacia el Norte, pero mi visión no alcanza a ver hasta donde nos llevarian.-
- No me gusta dejar a los pieles verdes vagando por mis tierras, mi señora; espero que no nos demoremos aqui.-
Los cascos del caballo de Galahad suenan a espaldas del señor bretoniano.
- Mi señor, un mensaje.- Dice señalando el cielo. Un punto negro, que va creciendo hasta convertirse en la silueta de un milano, se aproxima hacia la columna.
- Veo que conservas buena vista Galahad. Noticias de Fuerte Torwood, sin duda.- Galawy observa la paroximación del pajaro mientras su mente busca la decisión más adecuada.- Esta bien, mi señora. Acamparemos aqui y mañana os acercareís con una escolta al monolito. No quiero acercar más a los hombres, los desasosiega. Veremos las noticias que nos trae nuestro alado amigo.
Cuando Galawy llega al lugar elegido para el combate encuentra a su portaestandarte, Galahad, esperandole. El lord bretoniano observa el lugar elegido para la batalla y felicita mentalmente a Sir Cultor. Las fuerzas bretonianas, dos unidades de caballeros del reino se encuentran en una leve elevación flanqueando a la unidad de arqueros campesinos que se han unido a los bretonianos provinientes de Lys y alrededores.. Frente al ejercito bretoniano se extiende un claro con apenas algun arbol solitario hasta el lindero del bosque, un par de millas más haya.
- La tropas estan dispuestas, mi señor.- Le informa Galahad. - Los orcos alcanzarán el claro de un momento a otro.
Galawy asiente mientras se dirije a ocupar su puesto al mando de la unidad de caballeros más al Sur. Brienne se coloca frente al ejercito para dirijir los rezos a la dama. Los caballeros descablagan y se arrodillan en el suelo pidiendo la bendición en el combate venidero.
Mientras los caballeros terminan sus rezos la horda orca alcanza el llano. Galawy levanta la cabeza y cruza su mirada con un enorme orco negro que le devuelve una mirada de odio en sus pequeños ojos rojos.
Con un par de gruñidos a sus lugartenientes Kragg, hace que sus guerreros comiencen a desplegar. Se ha enfrentado antes a los caballeros con grandes armaduras y sabe de su velocidad y potencia a la carga. También sabe que sus orcos a pie jamas podran correr los suficiente como para ser ellos los que carguen.
Observa el terreno, y decide modificar alguna de sus ordenes.
- Pekeñajoz al frente; Strug conmigo; Raf al flanko de mi hacha.- Las ordenes salen de entre sus enormes colmillos y no espera a ver si se cumplen. Sus lugartenientes comienzan a gritar las ordenes. Uno de los orcos empieza a empujar a los goblins para que ocupen su puesto.
Kragg se coloca tras los goblins, los utilizará de escudo, aprovehchandose del fanático escondido en sus filas. UNa sonrisa cruza su boca, esta será una gran batalla.
Galawy no se deja engañar, sin duda el orco es feroz pero desde luego no es estupido. La colocación de sus tropas así lo indica. Termina de rezar y monta en su caballo, ayudado por Galahad.
Los orcos ya han comenzado a moverse hacia los pequeños grupos de arboles que se ecunetran a ambos lados de la explanada, estan buscando un obstaculo que les proteja de la segura carga de los bretonianos. Mientras tanto, las flechas goblin comienzan a caer sobre los campesinos, hiriendo a varios. Los arqueros, al ver las bajas, comienzan a huir desordenadamente, perdido ya su valor. Galawy maldice entre dientes pués sabe lo que se avecina.
Galahad, al ver caer a los campesinos, se lanza sobre los goblins, con la intención de hacerles pagar caro las vidas que acaban de sesgar. Galawy intenta rodear el flanco derecho orco, buscando la unidad del caudillo orco negro para poder apoyar la alocada carga de su portaestandarte.
Kragg sonrie cuando ve lanzarse a los bretonianos, esos caballeros le han subestimado y han caido en su trampa. Poco antes de alcanzar a los goblins, que disparan desesperados a los jinetes que se lanzan sobre ellos sin exito, una enorme bola metalica sale despedida de entre las filas de pekeñajoz, seguida de una enorme cadena y de un enloquecido goblin que chilla de placer.
Demasiado tarde Galahad se da cuenta de su error e intenta redirigir la carga pero los bretonianos ya estan lanzados al combate y son imparables, la bola del fanatico golpea brutalmente en Sir Cultor, campeon de la unidad, laplastandole la caja toracica y lanzandolo del caballo. El cuerpo inerme golpea la caballero que marchana tras el, haciendole trastabillar y caer.
La carga es desordenada pero aun así brutal. Los goblins salen despedidos en todas direcciones, son ensartados y pisoteados. Los pocos supervivientes huyen desordenadamente y son lacanzados por las fuerzas bretonianas y exterminados.
- ¡Ordena reorden!¡frente hacia el este!- Grita Galahad al musico que se encuentra a su lado. Los toques de trompeta detienen a los bretonianos y la unidad se recoloca mirando hacia su retaguardia. A pesar de la rápida recolocación, los guerreros de la dama no tienen tiempo más que de aguantar la carga de la unidad de orcos negros. Algunos pieles verdes quedan ensartados en las lanzas, pero son demasidos. Las enormes hachas orcas golpean en las bruñidas armaduras bretonianas hiriendo y rebotando.
- ¡Espadas!¡Espadas!- Ordena el portaestandarte al tiempo que desenvaina la suya y comienza a combatir.
El combate se estanca en un mano a mano. Un par de caballeros son derribados, heridos o muertos, nadie lo sabe. A cambio varios orcos negros resultan también heridos de gravedad y se retiran a las filas de retaguardia, pero los orcos han olido la sangre y no estan dispuestos a retirarse.
En el flnaco derecho Kragg no ha terminado de regocijarse por el exito de su trampa cuando escucha los cascos de lso caballos de Galawy cargando hacia sus hombres . Rapidamente gira a sus chicos pero no lo bastante rápido. Los bretonianos alcanzan a los orcos justo mientras estos giraban. El choque es brutal. La primera linea orca es ensartada y los bretonianos sólo son detenidos cuando los orcos cierran filas y sus lanzas se quiebran contra los toscos escudos.
Mientras tanto Lady Briene reza a la dama para que alguno de los caballeros bretonianos de Galahad sane sus heridas antes de lanzar un potente hechizo xontra el caudillo orca para debilitar su fuerza. Kragg nota una enorme presión en el craneo que le hace gruñir, sus brazos comienzan a perder fuerza y el hacha, antes liviana para el caudillo orco, resulta cada vez más y más pesada. Pero en ese momento el colgante de Kragg que encontro en el Diente del Kraken comienza a brillar y calentarse. Con una sacudida de su enorme cabeza el orco parece despejarse y recuperar su fuerza. Briene le mira sorprendido pero no tiene tiempo de volver a intentar lanzar el hechizo. Kragg toma aire para gritar:
-¡Waaaaaaaaaagh!- El rugido resuena por todo el campo de batalla alentando a los orcos, que se lanzan enloquecidos sobre los bretonianos. La situación parece desesperada.
Galawy se da cuantea de que se encuentran en un combate de desgaste para el que los orocs etan mucho mejor preparados. Evalua las bajas, catastroficas por ambos bandos y toma un decisión.
- ¡Ordena repliegue!- Le grita al musico de la undiad que llevandose el cornetin al los labios comienza a tocar unas notas rápidas.
Galahad levanta la cabeza al oir el toque y mira sorprendido a su señor. Las miradas se cruzan, pero un gesto de asentimiento del Lord hace comprender al postaestandarte de que es la mejor manera de salvaguardar a los hombre. El daño a los orcos esta hecho, e implicarse más en este combate les podría llevar al desastre. Con u ngesto la unidad de Galahad comienza a replegarse hacia la colina al tiempo que la de su señor.
Mientras se retiran, Lady Brienne reza a la dama para que les ayude, apareciendo de la nada un muro de fuego que detiene la persecución del caudillo orco negro.
Kragg gruñe para detener a sus hombres, pero el ansia de combate ha hecho presa de ellos y son necesarios algunos golpes con la parte plana de su hacha para hacerles entender quien es el jefe.
Cuando por fin lo consigue reorganiza a sus guerreros y observa a los bretonianos, que estan desplegados de neuvo en lo alto de la elevación. Kragg y el señor bretoniano se miran un segundo, evaluando, midiendo si merece la pena.
- Hacia el boske. Ahora.- Los orcos comienzan a retirarse con reticencia hacia atras hasta el lindero del bosque mientras los bretonianos les observan hasta que abandonan el campo de batalla.
(movimientos finales)
Con un tiron de las riendas Sir Galawy dio el alto a su caballo. Detras del señor bretoniano toda la columna hizo alto.
La distancia con los orcos era suficiente ahora como para no temer persecuciones de los pieles verdes. Además las bajas que le habián hecho haría que el caudillo orco se lo pensase dos veces antes de seguir a sus fuerzas, pero no estaba de más asegurarse poniendo tierra de por medio.
En la lejania, la construcción marcada en los mapas como Diente del Kraken, dominaba el horizonte con destellos dorados. Hasta los más reacios al sentir magíco notaban un desasosiego extraño a pesar de la distancia con el edificio.
- Debemos avanzar, mi señor.- la voz de Briene rompio el ensoñamiento de Galawy.- El destino de nuestr busqueda se encuentra enlazado con el Diente del Kraken, como ya os comente. Desde aqui puedo notar su fuerza, veo vientos magicos que salen de la estructura hacia el Sur y hacia el Norte, pero mi visión no alcanza a ver hasta donde nos llevarian.-
- No me gusta dejar a los pieles verdes vagando por mis tierras, mi señora; espero que no nos demoremos aqui.-
Los cascos del caballo de Galahad suenan a espaldas del señor bretoniano.
- Mi señor, un mensaje.- Dice señalando el cielo. Un punto negro, que va creciendo hasta convertirse en la silueta de un milano, se aproxima hacia la columna.
- Veo que conservas buena vista Galahad. Noticias de Fuerte Torwood, sin duda.- Galawy observa la paroximación del pajaro mientras su mente busca la decisión más adecuada.- Esta bien, mi señora. Acamparemos aqui y mañana os acercareís con una escolta al monolito. No quiero acercar más a los hombres, los desasosiega. Veremos las noticias que nos trae nuestro alado amigo.
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