Saludos de nuevo naufragos navegantes del inmaterium. Por fin he regresado!!
Perdonad estos últimos días que el Kraken ha estado dando algunos tumbos pero ya estoy de vuelta. He tenido que realizar un viaje al Hades con el fin de sofocar una rebelión demoniaca un tanto virulenta.
Pero ya estoy de vuelta y organizando a todos estos goblins desordenados que han intentado mantener el Kraken alimentado. Asi que vamos a empezar.
En uno de mis últimos artículos os
explicaba como despintar miniaturas de metal sin riesgo para vuestros modelos y
detalles.
Seguramente ya habéis practicado con más de
una y más de dos de vuestras viejas minis pintadas al principio de los tiempos.
Hoy vamos con la segunda parte de aquel artículo,
centrándonos en las miniaturas de plástico y resina; que son un poco más
complejas dada la fragilidad del material con el que están hechas.
En principio el proceso que voy a explicar sirve también para miniaturas de metal, pero el uso de DISOLVENTE TOTAL es mucho más sencillo y nos ahorra mucho esfuerzo con estas miniaturas.
En el caso de las miniaturas de plástico
vamos a utilizar LIQUIDO DE FRENOS.
A pesar de lo que pueda parecer este
producto es un poco difícil de encontrar y deberéis ir a tiendas de
automovilismo específicas. Al menos en las grandes superficies donde yo lo he
buscado nunca lo he encontrado.
La marca o tipo no es demasiado importante;
yo uso del de la foto, que es un liquido de frenos barato que compre en una
tienda de coches del barrio.
El líquido de frenos funciona como un
disolvente al igual que el DISOLVENTE TOTAL pero mucho menos agresivo. Además
no reacciona con derivados del petróleo, lo que lo hace ideal para nuestros
propósitos.
Igual que en el artículo anterior lo
primero que necesitamos es un recipiente, pero en este caso si puede ser de
plástico, aunque yo sigo recomendando el cristal porque soy un maniático de las
reacciones químicas y no quiero que cualquier tipo de colorante que pueda
contener el recipiente se mezcle con mi trabajo.
De nuevo os aconsejo uno de boca ancha y
tamaño incluso un tanto mayor que el que utilizábamos para las miniaturas de
metal.
La razón es bien sencilla. Lo normal es que
las miniaturas de plástico estén montadas con pegamento para plásticos; algo
que yo siempre aconsejo. Este tipo de pegamentos no crea un componente
cristalino entre las piezas como sucede con el pegamento tipo LOCTITE. El
principio activo de este tipo de pegamentos es que derrite levemente las
superficies de las piezas creando una unión basada en la mezcla del propio
plástico de las mismas.
Por ello suele resultar bastante más difícil
su desmontaje y normalmente deberemos introducirlas por completo en el liquido
de frenos.
Solventado este problema colocaremos las
piezas o la miniatura completa en el liquido de frenos y dejaremos que el
producto actué sobre la pintura.
Como ya he dicho el líquido de frenos es
mucho menos agresivo y su éxito viene muy determinado por el tiempo que la
miniatura lleve pintada. Una miniatura recién pintada es muy fácil de
despintar, dado que las capas de pigmento no se han asentado del todo y es muy
fácil que la pintura se decape en una especie de piel.
En cambio una miniatura que lleve más
tiempo tardará bastante más, a menos que sea sumamente vieja y tenga capas y capas de polvo.
A este tiempo debemos añadirle un extra si
el modelo estaba barnizado y si el número de capas de pintura es mayor.
De todos modos un periodo de 24 suele
bastar para obtener resultados. Si tras ese tiempo seguimos los siguientes
pasos y no estamos completamente satisfechos siempre podemos repetir el proceso
dado que el líquido de frenos no afectará al material o dejarlo un mayor
periodo.
Pasado el tiempo estipulado sacaremos la
miniatura, que se nos presentará con la pintura como una especie de piel arrugada.
Como detalle mencionar que al contrario que el disolvente total, el liquido de frenos es perfectamente reutilizable un par de veces antes de desecharlo.
La pintura, ahora decapad, observareis que se retira facilemente en cuanto pasamos el dedo.
De nuevo con un cepillo de dientes de cerdas duras y un poco de paciencia repasaremos toda la miniatura intentando que se retire la mayor cantidad posible de pintura. Al ser una miniatura de plástico deberemos ser más cuidadosos y no apretar demasiado o podemos llegar a partir alguna pieza.
En caso de encontrar alguna parte
recalcitrante también podemos mojar el cepillo en liquido de frenos y frotar de
nuevo.
Terminado el cepillado lavaremos la
miniatura con agua y jabón neutro hasta quedar satisfechos y la dejaremos
secar.
Podemos observar que aun quedan algunos
restos de pintura un poco mas grandes que en el caso del DISOLVENTE TOTAL que
utilizamos con las miniaturas de metal. Es normal.
Con ayuda de un palillo y cepillos
interdentales limpiaremos esos últimos restos, utilizando un poco de líquido de
frenos si algún punto se nos resiste excesivamente.
Si en el caso de las miniaturas de metal
era necesario ser cuidadosos con el fin de no rallar las superficies, en el
caso de las miniaturas de resina y plástico esto es aun mas importante dado que
el material es más frágil.
Una vez terminada esta última revisión
volveremos a limpiar la miniatura con agua y jabón antes de dejarla secar
completamente.
Y ya está. Ya tenemos nuestro antiguo
guerrero preparado para una nueva fase de pintado.
Como detalle final decir que las miniaturas pintadas con aerógrafo normalmente tienen una capa de pintura menor, por lo que resulta mas sencillo despintarlas.
También el tipo de pintura resulta
determinante para despintar. Los esmaltes suelen ser más duros mientras que los
óleos suelen ser muy fácilmente eliminables.
Y hasta aquí todo por ahora desde el fin
del universo!! Nos vemos en el próximo cruce interdimensional.
No hay comentarios :
Publicar un comentario